Zacua es la primera marca mexicana de autos eléctricos que desafía la hegemonía extranjera en la industria automotriz, apostando por tecnología propia, inclusión y sostenibilidad
Por Karla Reyes
En un país donde la industria automotriz ha estado dominada por gigantes internacionales por más de un siglo, Zacua marca un antes y un después.
La compañía mexicana, cuyo nombre proviene del náhuatl zacua —un ave endémica del sureste del país—, ha puesto en marcha un proyecto que no solo busca transformar la movilidad urbana, sino también construir un camino hacia la independencia tecnológica.
Ensamblados en Puebla, los modelos MX®2 y MX®3 son vehículos compactos, diseñados para la vida urbana, con un rango de 160 kilómetros por carga y una velocidad máxima de 85 km/h, ideales para la Ciudad de México y otras metrópolis.
Su diseño práctico y su precio competitivo (569 mil pesos) los colocan como una alternativa real frente a gigantes como Nissan, Chevrolet o Tesla.
Independencia Tecnológica en el sector automotriz
A diferencia de la mayoría de marcas que dependen de proveedores extranjeros, Zacua ha invertido en crear sus propios desarrollos. Desde la electrónica y transmisión hasta los arneses, los componentes clave se diseñan en su planta de Puebla por un equipo de ingenieras e ingenieros mexicanos.
En entrevista exclusiva para Latank Media, Nazareth Black, CEO de Zacua, mencionó que “En Zacua tenemos un cuarto de siglo, haciendo hincapié en algo que hoy tiene el contexto y el marco perfecto para esto que tenemos mucho tiempo hablando. La importancia de la soberanía tecnológica en distintos ámbitos de México, de sectores, incluyendo la industria automotriz. Dependemos muchísimo en el ámbito tecnológico de Asia y luego también de que nos compren en otros lados los coches que hacemos”.
“Y en ese contexto hay 100 años de industria en México donde los mexicanos nos hemos vuelto un referente a nivel global como gente que trabaja, que trabaja bien dentro del sector, que hace buenos autos”, dijo.
Sin embargo, la meta de la compañía es que el 100% de sus componentes sean de producción nacional en el corto plazo, reduciendo así la dependencia tecnológica de otros países.
Mujeres al volante de la innovación
En un sector históricamente masculino, Zacua rompe paradigmas: la mayor parte de sus vehículos son ensamblados por mujeres poblanas.
Además, fomenta la participación femenina en áreas como diseño, ingeniería y producción, desafiando más de 130 años de exclusión en la industria automotriz global. La equidad de género se convierte así en un motor de cambio tan poderoso como la electrificación.
Más allá de los autos: políticas públicas sobre movilidad
Zacua no solo produce vehículos, también impulsa marcos legales para acelerar la transición hacia la electromovilidad en México. La marca participa en mesas de trabajo binacionales con Estados Unidos, colabora en la creación de incentivos fiscales para la compra de autos eléctricos y promueve infraestructura de carga.
Su propuesta Motores Limpios busca reformar las leyes del IVA e ISR para hacer más accesible esta tecnología a la ciudadanía.
Industria nacional en movimiento
Zacua no está sola. Junto con marcas como Dina, Vuhl y el histórico esfuerzo de Mastretta, representan un nuevo aire para la industria automotriz mexicana. Un movimiento que reivindica el talento nacional, genera empleo local y propone soluciones de movilidad con orgullo mexicano.
Zacua no es solo un auto eléctrico, es un símbolo de independencia tecnológica, innovación y equidad en México.
Un recordatorio de que la movilidad sostenible también puede hablar en español, con acento mexicano.
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