Buscan promover un modelo de producción sostenible.
En un mundo donde los recursos se agotan y los residuos se acumulan, ¿qué pasaría si en vez de seguir produciendo, consumiendo y desechando, cambiáramos el chip? La economía circular plantea justo eso: producir de manera más inteligente, reducir el desperdicio y darle nueva vida a lo que parecía haber llegado a su fin. Pero, ¿cómo se traduce eso en el día a día de las micro, pequeñas y medianas empresas? Perú y Uruguay están empezando a dar algunas respuestas.
Durante una Misión de Cooperación Triangular celebrada en Lima, más de 30 funcionarios y empresarios de ambos países se reunieron para compartir ideas, estrategias y prácticas que podrían cambiar el rumbo de miles de mipymes en América Latina. ¿El objetivo? Promover un modelo de producción sostenible, alejado del sistema lineal que ya no da para más.
La economía circular no es solo reciclaje, es un proceso de transformación
El encuentro, organizado por el Ministerio de la Producción (PRODUCE) de Perú, no fue un evento más de agenda. Fue una especie de laboratorio regional donde se habló, sí, de innovación y sustentabilidad, pero también de futuro, empleo de calidad y alianzas estratégicas.
Esto no se trata solo de cuidar el planeta, sino de hacer que las mipymes sean más competitivas, eficientes y resilientes”.
César Quispe Luján, viceministro de MYPE e Industria de Perú
Dicho en otras palabras: ser sostenible ya no es un lujo ni una moda, es una estrategia de supervivencia. En ese sentido, Perú va en serio; ya ha financiado más de 230 proyectos de economía circular y ha sensibilizado a miles de pequeñas empresas sobre prácticas responsables que, además de reducir el impacto ambiental, optimizan costos y procesos.
Ruta del aprendizaje
Uno de los puntos fuertes del evento fue la “Ruta de aprendizaje”, una especie de viaje inmersivo donde los participantes visitaron empresas peruanas que ya aplican con éxito modelos circulares. También hubo talleres de networking, conversatorios sobre innovación abierta y espacios para cocrear soluciones reales.
Porque sí, las soluciones existen. Solo hay que visibilizarlas, compartirlas y replicarlas. ¿Te imaginas lo que podría pasar si cada pyme de la región adoptara aunque sea una práctica circular en sus procesos?
La economía circular puede sonar compleja, pero en realidad empieza con decisiones simples: cambiar proveedores, reducir empaques, repensar productos, aprovechar residuos.
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