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Beca de cuidados para científicos.

La física chilena que logró una beca histórica de cuidado en la UNESCO

Una investigadora de la Universidad de Chile transformó un obstáculo personal en una solución global, abriendo la puerta a que miles de científicos con responsabilidades de cuidado puedan asistir a eventos internacionales

¿Qué pasaría si una de las mentes más brillantes de la física mundial tuviera que elegir entre su carrera y su familia?

Para muchas personas dedicadas a la ciencia, especialmente mujeres, asistir a congresos internacionales conllevaba esta difícil disyuntiva. Era un problema silencioso, una barrera invisible que limitaba el acceso y la participación. Pero la frustración de una investigadora chilena se convirtió en la chispa para una solución global.

Un rechazo que abrió puertas

Ese fue el caso de Carla Hermann, física de la Universidad de Chile e investigadora del Instituto Milenio de Investigación en Óptica (MIRO). A pesar de su destacada trayectoria, se vio obligada a rechazar tres invitaciones a importantes congresos en Corea, París y México. La razón no era económica, pues los gastos de su viaje estaban cubiertos, sino la falta de apoyo para viajar con su hija lactante o para financiar el cuidado de la niña en su ausencia.

Lejos de aceptar este obstáculo, Hermann decidió actuar. Canalizó su frustración y la transformó en una propuesta formal dirigida a la UNESCO, a través de la American Physical Society. La respuesta fue sorprendentemente rápida. Su iniciativa fue bien recibida, y la organización internacional tomó una medida sin precedentes: crearon una nueva beca de cuidado familiar.

Un hito para la ciencia y las cargas de cuidado

Esta beca, un verdadero hito en la historia de la UNESCO, otorga hasta $500 dólares para cubrir los gastos de cuidado familiar. Esto incluye el viaje de la persona a cargo de los cuidados o la financiación de su atención en el país de origen. Y lo más importante, esta beca amplía su alcance, cubriendo no solo a niños pequeños, sino también a adultos mayores o cónyuges con discapacidad. Aunque existían algunas ayudas para personas con discapacidad, el logro de Hermann radica en el reconocimiento y apoyo al amplio espectro de responsabilidades de cuidado que enfrentan muchos científicos.

Lo que comenzó como un problema personal se ha convertido en una solución global que beneficia a miles de investigadores en todo el mundo. Es una historia de innovación social que demuestra el poder de la perseverancia y la capacidad de una persona para generar un cambio profundo en una de las instituciones más influyentes a nivel mundial.

Preguntas para pensar:

  • ¿Qué otras barreras crees que enfrentan los científicos y profesionales que tienen responsabilidades de cuidado?
  •  ¿De qué manera la comunidad científica y otras industrias podrían seguir el ejemplo de la UNESCO para ser más inclusivas?

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