Más allá de los sensores y el WiFi: un análisis crítico sobre por qué Buenos Aires, Santiago y CDMX lideran la conversación sobre accesibilidad y qué nos dice el modelo Smart Cities for All sobre el futuro urbano
Por: Samantha Nolasco (@aguunda)
Imagina una ciudad donde el transporte llega al segundo exacto y los trámites se hacen desde el celular, pero donde una persona ciega no puede usar la app municipal porque no es compatible con lectores de pantalla, o donde un usuario en silla de ruedas se enfrenta a rampas “inteligentes” que no funcionan.
Aquí radica la gran paradoja de la modernidad urbana: una ciudad no puede llamarse inteligente si no es accesible.
La tecnología tiene el poder de derribar barreras, pero si no se diseña con inclusión desde el código fuente, solo logra digitalizar la exclusión. Bajo esta premisa, la iniciativa Smart Cities for All (SC4A) —liderada por G3ict y World Enabled— puso sobre la mesa un debate urgente que sigue vigente, la tecnología debe servir para la autonomía de las personas, no para su aislamiento.
¿Quiénes lideran la inclusión en la región?
Para entender hacia dónde vamos, hay que mirar los datos. Basándose en el índice Cities in Motion del IESE, la iniciativa SC4A presentó un diagnóstico claro sobre las urbes latinoamericanas que mejor estaban integrando la tecnología con la gestión urbana.
Según el análisis difundido (con corte a 2017), este es el Top 10 de ciudades que marcaron la pauta en la región:
- Buenos Aires (Argentina) 🇦🇷

La Ciudad de Buenos Aires mantiene un Plan Integral de Discapacidad y manuales de buenas prácticas (accesibilidad universal, audiodescripción, señalética), además de comunicaciones oficiales que muestran avances en ordenanzas y programas municipales.
- Santiago (Chile) 🇨🇱

Chile cuenta con una ley nacional de accesibilidad (Ley N°20.422) que establece obligaciones y organismos para la inclusión (Servicio Nacional de la Discapacidad), proporcionando un marco homogéneo que favorece las iniciativas de accesibilidad a nivel local.
- Ciudad de México (México) 🇲🇽

La CDMX cuenta con normativas y programas (SEMOVI, Metrobús, proyectos de accesibilidad urbana) y ha sido incluida en rankings y publicaciones sobre ciudades líderes en la región. Sin embargo, diagnósticos periodísticos y documentos oficiales muestran aún fallas operativas como elevadores fuera de servicio, guías podotáctiles incompletas.
- Medellín (Colombia) 🇨🇴

Medellín es caso de estudio en informes sobre infraestructura inclusiva (AT2030 / GDI Hub) y en publicaciones del BID sobre Mapas de viaje y accesibilidad en transporte público. Su Metro publica políticas de accesibilidad y la ciudad tiene manuales y protocolos municipales para atención y turismo accesible.
- Montevideo (Uruguay) 🇺🇾

Montevideo resultó destacada no por un análisis exclusivo de accesibilidad para personas con discapacidad, sino por su perfil general como “ciudad inteligente” — lo que SC4A interpreta como una base favorable para que se integren políticas de inclusión, infraestructura urbana moderna y servicios públicos eficientes, condiciones que facilitan la accesibilidad universal.
- São Paulo (Brasil) 🇧🇷
- Córdoba (Argentina) 🇦🇷
- Monterrey (México) 🇲🇽
- San José (Costa Rica) 🇨🇷
- Bogotá (Colombia) 🇨🇴
¿Por qué Buenos Aires? La capital argentina destacó por un equilibrio en dimensiones clave como gobernanza, planificación urbana y tecnología. Sin embargo, el reconocimiento vino con una advertencia crítica, liderar la lista no significa que la tarea esté hecha.
El dato más duro que arrojó el lanzamiento del toolkit de SC4A en México es revelador, el 60% de los expertos globales considera que las ciudades inteligentes actuales están fallando a las personas con discapacidad.
El problema no es la falta de innovación, sino el enfoque. Se invierte en infraestructura “futurista” olvidando lo básico:
- Transporte: de nada sirve un bus eléctrico si la plataforma de acceso es insegura.
- Gobierno digital: portales de trámites rápidos pero ilegibles para personas con baja visión.
La brecha digital (digital divide) amenaza con convertir a las personas con discapacidad y a los adultos mayores en ciudadanos de segunda clase en sus propias ciudades.
La propuesta desde la raíz
La propuesta de Smart Cities for All es exigir estándares. Su modelo se centra en herramientas pragmáticas para corregir el rumbo:
- Compras públicas inteligentes: La recomendación más potente es que la accesibilidad sea un criterio obligatorio en las licitaciones públicas. Si el gobierno compra software o kioscos digitales, estos deben ser accesibles por contrato.
- Estándares TIC: Adoptar normas internacionales para que webs y apps sean usables por todos (subtítulos, interfaces claras, comandos de voz).
- Co-diseño: Incluir a personas con discapacidad en la mesa de diseño urbano desde el día uno, no como una auditoría al final.
El ranking de 2017 nos dio una fotografía del desempeño urbano, pero la película sigue rodando. Ser una Smart City en la década de 2020 ya no se trata sólo de cuántos sensores tienes por metro cuadrado, sino de cuántas personas con discapacidad pueden vivir de forma independiente gracias a esa tecnología.
La verdadera innovación social en América Latina está en entender que la accesibilidad universal es un derecho llave, abre la puerta a la educación, al empleo y a la cultura. Si la tecnología no es para todos, no es inteligente, es solo una herramienta cara.
Queremos leerte en los comentarios:
- ¿Conoces alguna app o servicio local que sea un ejemplo de inclusión real?
- ¿Crees que tu ciudad es amigable para personas con discapacidad o solo es “tecnológica”?
- Si pudieras implementar una solución de accesibilidad mañana en tu barrio, ¿cuál sería?







