El proyecto de Alpinia, liderado por José María y Roberto Galland es un modelo que redefine la plantación de árboles de Navidad, transformándola en un lugar para la sostenibilidad ecológica y el desarrollo comunitario en el centro de México
Datos de impacto:
- 2 millones de árboles es la cantidad aproximada de árboles naturales que se venden anualmente en el mercado total de México.
- 10 árboles es el número de árboles cuya seguridad y permanencia se asegura cuando una persona compra un árbol natural de una plantación responsable.
- 40 hectáreas es la extensión de terreno que Alpinia mantiene permanentemente plantada.
- 100 mil árboles es la población arbolada permanente en esta área.
- 6% es lo máximo que se extrae de árboles para venta y hace la plantación sostenible.
- 2 mil 10 toneladas de CO2 atmosférico capta la plantación de Alpinia al año.
- 900 mil metros cúbicos es el agua de lluvia que capta.
- 35 especies de fauna y 5 especies de pino cohabitan en Alpinia.
Por: Samantha Nolasco (@aguunda)
Alpinia es una plantación permanente de árboles navideños que está ubicada a unos 3 mil metros sobre el nivel del mar en el municipio de Santa Rita Tlahuapan, Puebla, en el límite con el Estado de México, y muy cerca de Tlaxcala. Esta región forma parte de la Sierra Nevada, un área boscosa compartida que incluye los volcanes Popocatépetl y el Iztaccíhuatl.

José María Galán, director de Alpinia, explica que históricamente, la región ha enfrentado desafíos ambientales. Gran parte de la tierra circundante se había transformado en tierra de cultivo dedicada a productos como maíz, papa y haba, esta actividad se deriva de la tala clandestina o no sostenible de madera, que agota los bosques más rápido de lo que se reforesta, y que ha provocado la pérdida importante de biodiversidad y dejado la tierra desprovista de árboles.
Por lo que Alpinia ha dedicado esfuerzos a reforestar las zonas aledañas a la plantación, con lo que buscan regenerar el bosque y recuperar especies de fauna, flora y hongos que se habían perdido.
La historia de Alpinia comenzó hace aproximadamente 40 años, cuando el padre de José María y Roberto inició la venta de árboles de Navidad. El negocio arrancó vendiendo la especie local de pinos oyamel en un garaje en la ciudad de Puebla.
Con el crecimiento del negocio, se adoptaron nuevas especies y estrategias. Hace unos 30 años, el enfoque se trasladó a la especie Douglas originaria de México, pero importada inicialmente desde Oregón, Estados Unidos. Pero poco después, comenzaron a sembrar y vender localmente el pino ayacahuite (también conocido como vikingo), mientras continuaban con la importación.
No obstante, una decisión crucial ocurrió hace 15 años, cuando Alpinia inició la siembra de la especie Douglas directamente en México, con el objetivo de reducir la dependencia de la importación y vender su propia producción de este abeto, que además es una especie sujeto a protección especial, de acuerdo con la NOM-059 de Semarnat.
Pero el esfuerzo de conservar el bosque no sólo es beneficioso a nivel ecológico, sino también comunitario, pues Alpinia no sería posible sin el trabajo de las personas originarias de las comunidades cercanas como son Santa Cruz Otlatla, en Puebla y Río Frío en el Estado de México.
Como Apolinar Nájera Contreras oriundo de Otlatla y que ha sido trabajador en Alpinia desde que tenía 15 años, quien confirmó en entrevista que la plantación de este nuevo bosque también contrató e influyó en los flujos migratorios de su pueblo. Además que con la ayuda de este trabajo pudo darle estudios a sus cinco hijos, quienes son profesionistas y técnicos.

Apolinar parte fundamental del engranaje tiene claros los números que le dan equilibrio a Alpinia, “cada año sembramos 25 mil árboles y cortamos solo 5 mil. Sacamos la semilla y ya no es necesario comprarla. También tratamos de retener la lluvia del agua, que los árboles se mantengan con el agua del temporal”, comentó.
La esencia de Alpinia radica en su sostenibilidad, basada en el concepto de “bosque permanente”. La plantación mantiene alrededor de 40 hectáreas plantadas, lo que equivale a más de 100 mil árboles perennes.
Para garantizar la sostenibilidad, tanto ecológica como económica, solo se extrae anualmente un porcentaje muy reducido de los árboles con fines comerciales que va de un 6% hasta 7%, no más. Es más importante preservar el ciclo del bosque en el largo plazo que aumentar las ventas sólo un año.
Gracias a este bajo porcentaje de extracción, la diferencia en el número de árboles presentes en el terreno antes y después de la temporada navideña es “prácticamente imperceptible”. Este sistema permite que 10 generaciones de árboles permanezcan plantadas en el suelo dando vida a la zona e infiltrando agua al subsuelo.

Mejoramiento de las prácticas de reforestación
A lo largo de los años, Alpinia ha mejorado sus métodos de plantación para elevar la tasa de supervivencia de sus árboles la cual ronda en un 85 por ciento, pero esto se debe a que han hecho cambios en la forma en la que cuidan sus árboles desde las semillas, cuando son recién enraizados, hasta los cuidados post siembra.
Por ejemplo, anteriormente, el uso de bolsas de plástico para generar raíces provocaban plagas, hongos y enfermedades en las plantas más pequeñas. Actualmente, utilizan productos orgánicos y mantienen las plantas elevadas en mesas en lo que ellos llaman “la guardería”, hasta que esos pequeños arbolitos están listos para ser plantados en la tierra.
El proceso de plantación se lleva a cabo durante la temporada de lluvias, cuando el árbol tiene aproximadamente un año y medio de edad. Alpinia germina más semilla de la necesaria para compensar la tasa de no supervivencia. Los árboles que no logran sobrevivir el primer año son reemplazados con esta semilla extra germinada, asegurando que la tierra se mantenga siempre a su capacidad máxima.
La función de un bosque, especialmente el modelo permanente de Alpinia, trasciende la actividad por temporada decembrina, pues el bosque permanente capta el agua y la introduce en los mantos acuíferos lo que ayuda a que las comunidades ubicadas a menor altura hacia Puebla y Tlaxcala tengan agua limpia, gracias a los brotes que nacen en la zona.
También el bosque capta dióxido de carbono y se genera un ecosistema completo recuperando la presencia de diversas especies, incluyendo fauna como águilas, lagartijas, serpientes y flora en tierras que antes eran cultivos de baja productividad.
Por si fuera poco Alpinia está trabajando en proyectos para diversificar la economía local mediante el turismo de montaña con actividades como senderismo, bicicleta y escalada. La meta es involucrar a las comunidades para generar beneficios económicos y sociales, protegiendo al mismo tiempo el “tesoro” del bosque.
¿Por qué deberíamos comprar un árbol de navidad de una plantación y no uno desechable?
La siembra de árboles de Navidad en plantaciones responsables es fundamental para la conservación. De hecho, la especie douglas, que estaba en peligro de extinción en México de manera silvestre, se ha podido mantener e incrementar gracias a estas plantaciones.
En el mercado mexicano se venden aproximadamente 2 millones de árboles naturales al año nos dice José María Galland en entrevista con Latank Media, esta demanda asegura que haya 20 millones de árboles plantados permanentemente en algún lugar “un volumen que cubriría la Isla de Manhattan y si el mercado de árboles de Navidad naturales crece, los bosques de plantación también crecerán”, nos dice con esperanza.

“Comprar un árbol natural garantiza la seguridad de 10 árboles que permanecen plantados”.
Galland defiende firmemente el modelo natural frente a otras alternativas, especialmente para aquellos preocupados por la ecología. Por ejemplo, los árboles artificiales “son la peor opción ecológica; aunque puedan durar 10, 15 o incluso 30 años, una vez desechados se convierten en basura que tarda miles de años en descomponerse”, además de que contribuyen a la saturación de residuos y su producción genera contaminación y desperdicio.
Mientras que los árboles en maceta, “en tamaños comerciales (como dos metros de altura), la maceta actúa más como un florero y no permite el replantado. La raíz de un árbol de 10 años es tan grande como el árbol, y la maceta solo contiene una porción mínima. Además, si se venden 100 árboles en maceta, solo existen esos 100 árboles; en contraste, el modelo permanente de Alpinia, al vender 100, garantiza que mil árboles permanezcan plantados”, refirió el experto.







