AMEFIBRA en el sector inmobiliario resuelve desafíos ambientales y sociales a través de la transparencia

Por: Samantha Nolasco (@aguunda)

• 2 mil propiedades incluye el portafolio administrado por estas FIBRAs.
• 32 estados de la República Mexicana operan las FIBRAs asociadas a AMEFIBRA.
• 71% de las FIBRAs generan o utilizan energía renovable en sus operaciones.
• 66% de reducción en la intensidad hídrica consolidada.
•  23% de disminución  en el consumo de agua en zonas de estrés hídrico.
• El 86% de las FIBRAs lograron apoyar causas sociales a través de alianzas con diversas organizaciones.
• 79% de las FIBRAs cuentan con políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
• 100% de las FIBRAs han implementado códigos de ética y canales de denuncia.
• 93% revelan información sobre sus consejeros.
• El 79% de las FIBRAs integran criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) en su estrategia corporativa.

Esta vez nos enfocamos en una solución que puede parecer un poco obvia o incluso puede pasar desapercibida: la transparencia, concepto esencial en un sistema financiero activo y complejo como es el mexicano, por lo que en esta ocasión hablaremos de las inversiones en FIBRAs, en particular de la AMEFIBRA, Asociación Mexicana de FIBRAs Inmobiliarias, y cómo es que a través de la transparencia se ha consolidado como la líder del sector inmobiliario en materia de sostenibilidad.

Pero, ¿por qué esto es importante? Pues por si no lo sabías, el sector inmobiliario genera un impacto significativo en el medio ambiente, ya que la construcción y operación de inmuebles se considera un sector que “contamina muchísimo y contribuye con un gran impacto al ambiente” nos dijo en entrevista Fina Moisés Oliver, directora en la Asociación Mexicana de Fibras Inmobiliarias.

¿Cuál es el impacto del sector inmobiliario?

El impacto ambiental se enfoca en la gestión de recursos naturales y los efectos de las actividades humanas en el entorno. Los principales aspectos ambientales desafiantes en el sector de bienes raíces incluyen emisiones de gases de efecto invernadero por lo que la medición y mitigación de emisiones son fundamentales para el sector. 

Por ejemplo, las actividades de construcción, operación y mantenimiento de las FIBRAs asociadas a AMEFIBRA reportaron un total de 1,163,263.58 toneladas de CO2 en el año 2024, lo que representa una cantidad muy pequeña en comparación con las emisiones globales reales, que se estima alcanzarán aproximadamente 41.600 millones de toneladas en 2024.

También está el uso energético por lo que la optimización del consumo energético es clave y se traduce en reducción de costos operativos y mejora de la rentabilidad. El principal uso de energía en las FIBRAs es la electricidad, representando el 92% de todo el consumo energético en 2024.

“También la gestión del agua es esencial, ya que es un recurso limitado. El sector inmobiliario debe priorizar el monitoreo del consumo de recursos hídricos para la sostenibilidad. Existe un monitoreo específico del consumo de agua en zonas con estrés hídrico”, explica Fina Moisés a Latank Media.

Ni hablar de la generación de residuos, además de que el sector inmobiliario puede causar impactos significativos en los ecosistemas, como la alteración de hábitats naturales y la fragmentación de corredores ecológicos.

También el sector enfrenta riesgos directos derivados del cambio climático, que requieren estrategias efectivas de adaptación y mitigación implementando prácticas como la modificación del diseño de edificios, la integración de tecnologías de eficiencia energética y el uso de materiales de construcción sostenibles. 

“Además, se busca la reducción de su huella hídrica mediante la implementación de iniciativas como la recolección de agua de lluvia, la instalación de sistemas de riego eficientes y el uso de dispositivos de bajo consumo. Demostrando que la acción colectiva y la adopción de altos estándares internacionales son la ruta para resolver los desafíos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) del país”, destaca Fina Moisés.

Pero antes de adentrarnos en este mundo debemos entender algo: el acrónimo FIBRA, es nada menos que el Fideicomiso de Inversión en Bienes Raíces, y se define como un vehículo financiero especializado diseñado para la adquisición, desarrollo, arrendamiento y operación de activos inmobiliarios. 

Su propósito principal es conformar portafolios diversificados que incluyen distintos tipos de activos, tales como hoteles, oficinas, centros comerciales, naves industriales, escuelas, agroindustria y minibodegas, entre otros sectores inmobiliarios.

El modelo operativo de una FIBRA se basa en la generación de ingresos recurrentes a través del arrendamiento de los inmuebles.

Estos vehículos financieros están estructurados para distribuir retornos periódicos a sus inversionistas, que pueden ser tanto personas físicas como instituciones, en forma de dividendos derivados de los ingresos generados por las rentas.

En México, las FIBRAs representan el modelo de inversión inmobiliaria más sostenible y consolidado en temas de sustentabilidad dentro del sector de bienes raíces. En conjunto, las FIBRAs asociadas a AMEFIBRA (Asociación Mexicana de Fibras Inmobiliarias) tienen presencia en los 32 estados de la República Mexicana, administrando más de 2 mil propiedades.

Las victorias ambientales: resiliencia hídrica y energía limpia

El sector, compuesto por 15 FIBRAs activas, ha evolucionado la sustentabilidad de ser un requisito a un eje estratégico de crecimiento, logrando que las empresas prioricen el bien común.

Uno de los mayores retos iniciales fue la complejidad y el exceso de carga de trabajo en el proceso de reporteo derivado de las crecientes exigencias regulatorias y la multiplicidad de estándares. AMEFIBRA abordó este problema creando una metodología sólida y unificada.

“La solución clave ha sido la homologación del reporteo a través de la actualización de su Manual de Reporteo ASG y la utilización del Cuestionario AMAFORE como fuente principal. Esta estandarización no solo facilita la consolidación de información, sino que eleva la credibilidad al alinearse con 13 marcos internacionales de prestigio, incluyendo GRI, SASB, GRESB, TCFD, IFRS, y la Taxonomía Sostenible de México”, nos explica la directora de AMEFIBRA.

Estos marcos y estándares de divulgación y clasificación de sostenibilidad (ESG), cada uno con un enfoque y propósito distintos, que van desde la transparencia general hasta la información financiera específica para inversores, pero qué significan estas siglas… te lo explicamos.

El compromiso con la transparencia se ve reflejado directamente en la adopción de las recomendaciones del Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) para la divulgación de riesgos climáticos, una práctica incorporada ya por el 64% de las FIBRAs en 2024, mostrando un avance desde 2020.

Mientras que en el sector inmobiliario es un contribuyente significativo al impacto ambiental, especialmente en el consumo de recursos. La estrategia de AMEFIBRA ataca este problema con resultados cuantificables y acciones de resiliencia ante fenómenos extremos como el Huracán Otis o la escasez de agua.

Las FIBRAs han implementado sistemas de gestión que han generado una notable reducción del 66% en la intensidad hídrica consolidada de 2023 a 2024. Particularmente importante es que, en las zonas de estrés hídrico del país, el consumo de agua disminuyó un 23 por ciento. Las iniciativas de solución incluyen la instalación de dispositivos ahorradores, sistemas de captación pluvial y Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales.

Y ante el reto de la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero están incrementando el uso de fuentes limpias. El 71% de las FIBRAs generan o emplean energía renovable, lo que representa un incremento del 92% en su consumo de este tipo de energía en comparación con 2023. Además, el sector ha avanzado en la gestión proactiva de riesgos ambientales, con un 71% de las FIBRAs contando con un Sistema de Gestión Ambiental frente al 47% del año anterior.

Avances sociales y de gobierno corporativo

Pero la estrategia de sustentabilidad no se limita al medio ambiente, sino que resuelve problemas internos de capital humano y externos de confianza en el mercado con un fortalecimiento del Capital Humano, en respuesta a las demandas laborales y sociales, las FIBRAs han mejorado los beneficios de sus colaboradores. Se registró un aumento consolidado del 73% en los días de licencia por paternidad y del 19% en la licencia por maternidad.

Para mantener la confianza de inversionistas y la sociedad, el sector ha blindado sus prácticas de gobernanza. Actualmente, el 100% de las FIBRAs cuentan con códigos de ética y canales de denuncia. La transparencia es reforzada por el hecho de que el 93% de las FIBRAs revelan información sobre los cargos actuales y previos de sus consejeros, permitiendo la evaluación de posibles conflictos de interés.

El compromiso con la sostenibilidad se garantiza desde la alta dirección: el 79% de las FIBRAs integran criterios ASG en su estrategia corporativa, y el 85% reporta esta estrategia ante comités de alto nivel. 

De cara al futuro, AMEFIBRA vislumbra grandes oportunidades en la digitalización y la adaptación al cambio climático, incluyendo el uso de inteligencia artificial para optimizar procesos y estrategias de resiliencia frente a fenómenos extremos.

Preguntas para pensar Latank:

• ¿Te habías imaginado que podrías ser inversionista inmobiliario con solo 200 pesos? 
• ¿Qué tan importante es para ti que tu dinero apoye empresas con ética ambiental?