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Miguel Treviño: de la sociedad civil a la gestión ‘Contracorriente’ de una ciudad

El exalcalde de San Pedro Garza García detalla su transición del activismo a la política gubernamental, Miguel Treviño destaca la urgencia de defender las instituciones democráticas y el poder transformador de los gobiernos locales

La historia de un ciudadano que apuesta a la política para las grandes transformaciones sociales, urge a los jóvenes que se lancen al ruedo.

En un contexto de desencanto generalizado hacia los partidos políticos y la participación en Latinoamérica y México, Miguel Treviño, exalcalde de San Pedro Garza García, ofreció una visión sobre cómo la responsabilidad personal puede ser el motor para incursionar en la vida pública.

Su interés en la política municipal nació de un sentido de responsabilidad inmediato: la obligación de dejarle a nuestros hijos una ciudad mejor que la que se recibió. Treviño se dio cuenta de que la ciudad que le estaba dejando a sus hijas era peor de la que él había vivido en su infancia, lo que lo animó a entrarle a la política, incluso contra pronósticos de derrota. Para él, no podía permitirse fallar como persona y como parte de una generación al no dar una mejor ciudad a sus hijos.

Una vida de activismo

Treviño ha sido activo desde muy joven. A los 17 años, en la elección presidencial de 1988, se sintió como un “héroe rodeado de héroes ciudadanos” al cuidar casillas sin tener derecho a voto, en un esfuerzo por construir la democracia mexicana.

Su participación se solidificó en temas de transparencia; fue parte del grupo de ciudadanos que impulsó la primera ley de transparencia en el país. También se involucró en la reforma al sistema de justicia penal y, durante la mayor crisis de seguridad en Nuevo León (2010-2011), dirigió el Consejo Cívico, creando plataformas de evaluación de alcaldes como “cómo vamos” y el “semáforo del delito”.

El salto a la política se dio tras una conversación con Sergio Fajardo, exalcalde de Medellín, quien le aconsejó a él y a otros líderes cívicos: “si quieren cambiar las cosas en serio, éntrenle a la política“. Treviño afirma que, si bien todo el trabajo por las causas comunitarias es importante, “la escala de impacto desde el poder público es mucho mayor”. Por ello, insta a los jóvenes a involucrarse, pues la política es “el espacio desde donde se puede cambiar nuestro país”.

Gestión “Contracorriente” en San Pedro

Al tomar las riendas de San Pedro, Treviño enfrentó el reto de plantear una visión de ciudad distinta. Reconoció que, urbanísticamente, la ciudad se había dirigido en una dirección equivocada por 40, 50, 60 años, diseñándose al servicio del automóvil, generando una mancha urbana expansiva y sin orden de crecimiento vertical. San Pedro ejemplificaba este problema con 1.2 automóviles por persona.

Su gobierno se propuso un enfoque distinto, no buscando ser recordado por construir puentes o ampliar carriles, sino por el encuentro de los ciudadanos en el espacio público. El centro de su agenda fue el derecho de las personas a caminar en aceras y banquetas libres de obstáculos y sombreadas. Pese a que al principio hablar de banquetas parecía ajeno a los debates políticos, Treviño defendió que el peatón es “el ser humano más importante en términos de movilidad”.

Este enfoque fue un cambio “Contracorriente,” generando conversaciones que, aunque a algunos no les gustaron por las fuertes inercias, enriquecieron la democracia. Hoy, los mayores aliados de esta visión de ciudad son los jóvenes, quienes defienden algo que vieron posible. Treviño subraya que, para lograr la transformación, “gobernar es comunicar”, lo cual implica explicar a la gente los servicios, las acciones polémicas y dar la cara ante lo que gusta y lo que no gusta a la comunidad.

Seguridad basada en datos y proceso

En materia de seguridad, San Pedro logró consistentemente el primer lugar nacional en mediciones de percepción de seguridad, honestidad y profesionalismo de la policía, según el INEGI. Treviño enfatiza que la seguridad no es una tarea de armas o helicópteros, sino de ingeniería y proceso.Para tomar buenas decisiones y asignar recursos correctamente, es fundamental contar con información de calidad. Treviño compartió un secreto crucial para implementar este sistema: la necesidad de empezar a trabajar con los datos disponibles, aunque no sean perfectos. Su enfoque fue exigir la información de los delitos clasificados todos los martes: “El próximo martes, la que tengas, como la tengas”. Esto se basó en el principio de que “lo perfecto es enemigo de lo útil”, permitiendo que las juntas de seguridad evolucionaran con el tiempo hasta alcanzar un nivel de “clase mundial”.

Defensa de la democracia y formación de líderes

Treviño lanzó una alerta sobre el retroceso democrático que vive México, mencionando la regresión a las elecciones de Estado y la destrucción de órganos garantes de la transparencia y la competencia, así como la “nefasta” reforma al poder judicial y la inminente reforma al sistema electoral.

Advirtió que la generación de veinteañeros, que nació cuando México vivía un momento de excelencia democrática (principios de los 2000), da por hecho lo que costó construir. Por ello, aquellos que vivieron la época del partido hegemónico (cincuentones, sesentones y setentones) tienen la obligación de transmitir que la democracia costó vidas, y que lo que está en juego es la libertad y el derecho a decidir.

Actualmente, Treviño dirige la Escuela de Gobierno del TEC de Monterrey en su sede de la ciudad, enfocado en formar a los servidores públicos que el país necesita a través de posgrados basados en la experiencia. Él vaticina que México dará un salto positivo en la calidad de sus gobiernos y en la calidad de vida de los ciudadanos a través de los gobiernos locales, ya que los alcaldes son personas prácticas a quienes el ciudadano les dice directamente si están haciendo bien o mal su trabajo.

Treviño concluyó motivando a los ciudadanos activos a entrar a la política. Aunque es un camino lleno de obstáculos y amarguras, es cuando más pleno se ha sentido, dándole las satisfacciones más grandes de su vida. Asegura que aquellos que le entren “con convicción, por los motivos correctos,” al final dirán “qué bueno que le entren”.

¡Queremos escucharte!

  • ¿Te gustaría ser una de las personas que decida qué cambios se deben en tu ciudad para mejorar la vida de las personas, qué métodos aplicarías?
  • ¿Te sientes identificado o identificada con la política o piensas que hay otra forma de incidencia?
  • ¿Cómo se puede incentivar la participación juvenil en este tipo de proyectos de resiliencia climática?

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