LATANK
SUSCRIBIRSE
Close
El papel de las mujeres en la agroalimentación.

La lucha de las mujeres por igualdad en sistemas agroalimentarios: FAO

El empoderamiento femenino en sistemas agroalimentarios no es sólo una cuestión de justicia, es una solución económica y social con el poder de reducir el hambre mundial y aumentar el PIB

La agricultura es el sustento de millones de familias, y en el corazón de esta industria se encuentran las mujeres, que siembran, cultivan, pescan y distribuyen alimentos.

Son la columna vertebral de los sistemas agroalimentarios, pero su labor a menudo se invisibiliza, se subvalora y se limita a roles precarios y mal remunerados. Sin embargo, los datos no mienten, y una serie de soluciones e innovaciones sociales están demostrando que empoderar a las mujeres es la forma más inteligente de construir un futuro sostenible y con seguridad alimentaria para todos.

Una brecha que cuesta billones

El problema, las mujeres representan el 36% de la fuerza laboral en los sistemas agroalimentarios, pero sus condiciones laborales son peores que las de los hombres. Por ejemplo, en el sector de la pesca y la acuicultura, el 71% de los empleos a tiempo parcial son ocupados por mujeres. En la agricultura, las mujeres ganan en promedio 18% menos que sus pares masculinos. Por cada dólar que gana un hombre, una mujer gana solo 82 centavos.

Estos datos no solo reflejan una injusticia, sino también una enorme ineficiencia. Un estudio de la FAO revela que, si se cerrara la brecha de género en la productividad agrícola y se eliminara la diferencia salarial, el PIB mundial aumentaría 1%, lo que equivale a casi 1 billón de dólares. Esto, a su vez, podría reducir la inseguridad alimentaria en el mundo en un 2%, sacando a 45 millones de personas de la inseguridad alimentaria.

Soluciones con rostro humano

La historia de María, una mujer que consigue un trabajo formal en una fábrica de conservas de tomate, es un ejemplo de cómo pequeñas innovaciones pueden generar un gran impacto. En su nuevo empleo, María no solo tiene un horario fijo, sino que también cuenta con un servicio de cuidado infantil, lo que le permite tener tiempo libre para estudiar y progresar en su carrera. Este apoyo es crucial, ya que, en promedio, las mujeres dedican 4.2 horas al día a labores de cuidado no remuneradas, mientras que los hombres dedican solo 1.9 horas.

La historia de María refleja la necesidad de soluciones reales que permitan a las mujeres el mismo acceso a recursos, servicios, tecnología y capacitación. Un paso en la dirección correcta es la reducción de la brecha de género en el acceso a Internet móvil en países de ingresos medios y bajos, que ha disminuido del 25% al 16% entre 2017 y 2021. Sin embargo, es fundamental que el apoyo financiero y las políticas se centren en el empoderamiento de las mujeres. Actualmente, sólo una pequeña porción de la ayuda bilateral (6%) se destina a este fin.

El futuro de los sistemas agroalimentarios es femenino. Es fundamental que las conversaciones y políticas no ignoren el papel crucial que desempeñan las mujeres, y que se diseñen estrategias para eliminar las barreras que les impiden alcanzar su máximo potencial. Cerrar las brechas de género es una inversión en la seguridad alimentaria, la justicia climática y la prosperidad global.

Preguntas para pensar:

  • ¿Qué medidas concretas crees que se pueden tomar para empoderar a las mujeres en los sistemas agroalimentarios? 
  • ¿Cómo podríamos asegurarnos de que el sector privado y los gobiernos trabajen juntos para cerrar estas brechas?

 ¡Comparte tu opinión en los comentarios!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Quieres estar al día?

¡SuSCRÍBETE Y NO TE pIERDAS NADA!