Aumenta el porcentaje obligatorio de etanol y biodiésel en los combustibles a partir de agosto. Con este avance, Brasil se posiciona con una agenda climática de cara a la COP30 en la Amazonía
Brasilia, Brasil – Brasil acelera su transición energética desde el motor de sus vehículos. A partir de agosto de 2025, el país sudamericano aumentará los porcentajes de biocombustibles en la mezcla de gasolina y diésel: 30% de etanol y 15% de biodiésel serán ahora obligatorios, en una medida que busca reducir emisiones contaminantes, fortalecer la seguridad energética y estabilizar los precios del combustible.
El anuncio fue realizado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien presentó la decisión como una acción concreta en la lucha contra el cambio climático y como parte de la narrativa que Brasil buscará liderar de cara a la COP30, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se celebrará en Belém, en plena Amazonía brasileña, en noviembre de este año.
“Brasil demostrará que no precisa desforestar más para crecer”, afirmó Lula. “Los avances tecnológicos permiten plantar más, recoger más y en menos tierra”.
Biocombustibles: ¿transición o solución intermedia?
La gasolina pasará del 27% al 30% de bioetanol, mientras que el diésel sube del 14% al 15% de biodiésel. Según el Ministerio de Minas y Energía, este ajuste provocará una leve baja en el precio del litro de gasolina —estimada en cerca del 1%— y contribuirá a reducir la dependencia de importaciones, mejorando así la seguridad energética nacional.
El país, líder global en producción de etanol a base de caña de azúcar, ha incrementado en los últimos años el uso de etanol de maíz, lo que diversifica la matriz energética pero también reabre debates sobre el uso de tierra agrícola para energía en lugar de alimentos.
Una jugada estratégica hacia la COP30
La decisión se da en un momento clave: Brasil se prepara para recibir a los líderes mundiales en la COP30, con la promesa de presentarse como potencia climática y ambiental. La mezcla más limpia en combustibles refuerza su narrativa internacional, en contraste con críticas persistentes por los niveles de deforestación en la Amazonía y el avance del agronegocio sobre territorios indígenas y ecosistemas vulnerables.
“Los países ricos tendrán que decir si hablan en serio sobre la cuestión climática”
Lanzó Lula, en una declaración que mezcla presión diplomática con posicionamiento estratégico de Brasil como mediador entre el norte global y el sur global.
Buscan moderar los precios del combustible
Además de su impacto ambiental, el aumento en los biocombustibles busca moderar los precios del combustible, que han subido gradualmente en los últimos meses debido a tensiones geopolíticas, especialmente el conflicto en Oriente Medio.
En un contexto regional donde la inflación energética golpea a millones, apostar por una matriz más local y menos dependiente de mercados internacionales podría ser un alivio económico… siempre que no signifique desplazar comunidades ni generar nuevas desigualdades.
🌎¿Pueden los biocombustibles ser parte de una economía más sostenible en América Latina?